RAJOY DESPUÉS DE RAJOY

Parece ser que las maniobras de Rajoy han dado frutos. Después de una importante fase integradora, consigue llevarse a la cama la dirección del partido con parches importantes como Gallardón, Saénz de Santamaría y De Cospedal. No está mal, sinceramente, no esta mal.
Pero no hay que confundir la capacidad de Rajoy de navegar por aguas turbias, con la posibilidad de conseguir ganar unas elecciones. Rajoy sigue siendo Rajoy; un hombre que no ha llegado alcanzar un nivel carismático importante, y que dudo que lo consiga. Un hombre que ha roto, definitivamente con los lazos paternalistas de su predecesor, a pesar de que este, siga removiendo la ciénaga con alabanzas a María San Gil y José Antonio Ortega, en un Congreso que había pasado página (flaco favor a Mariano).
Y no olvidemos a la gran derrotada, Esperanza Aguirre, queda fuera de todo poder dentro del partido, ni tan sólo consigue integrar a su segundo, Ignacio González.
Cabe destacar, las maniobras “disgustivas” de Aznar, el frío saludo a Rajoy, el apoyo a Maria San Gil (fuera de lugar), el apoyo al candidato (sólo responsable) el plantón a Mariano en su discurso…. Signos de que todo no va bien, peligro inminente de que a la mínima se avive el fuego del descontento, y 400 votos en blanco que marcan un vacío muy arriesgado.
De todas formas, un buen trabajo por parte de Rajoy, a sabido atar cabos y eso dice mucho a su favor; ahora nos queda la duda de que consiga seguir anudando los hilos que han quedado sueltos, pero, aún así, ¿llegara fuerte a la meta, o seguirán dándole varapalos desde la sombra, como han hecho hasta ahora?.
No deja de ser una situación delicada. El PP, está ahora mismo en tiempo de descuento; no puede permitirse el lujo de enzarzarse en más luchas internas, y en mi humilde opinión, los caimanes del partido seguirán mordiendo a diestro y siniestro porque no están convencidos del peso de Mariano Rajoy Brey.
¿Seguirá la autolesión del PP? Espero que no; que aúnen esfuerzos por trabajar como oposición y apoyen a su líder como muestra de respeto al resultado del Congreso.

Mariano Rajoy, no niega su derrota en las elecciones, ni la disimula, según sus propias palabras; pero a nadie se le escapa que va a cambiar el rumbo de oposición. Después del fracaso del juego con Pizarro(que dejó claro que lo suyo era el poder y nada más) ahora se rodea de personas trabajadoras más que de estrellas fatuas (De Cospedal ha sido un campanazo) y eso me gusta; aunque es importante recordar que Aznar, ha sido más aplaudido que Rajoy, y eso no es bueno. El expresidente del gobierno podía haber jugado sus cartas en continuar su apoyo al líder que él eligió, lo cual hubiera ratificado el Congreso, pero no ha sido así, por el contrario, se ha desligado de esa elección, lo que resta credibilidad a Mariano y aumenta la fuerza de los 409 votos en blanco.
En fin, que el poder es sucio, y Rajoy ha sido más una victima que un vencido, y sin embargo se esfuerza en no abandonar el barco como buen capitán.
AHORA, A NAVEGAR!¡!