sábado, 17 de diciembre de 2011

€'s PÚBLICOS

LIBERADO SINDICAL
 
- Christian vuelve a casa del colegio, donde estudia 5º de Primaria.
- Son las cinco y media de la tarde y sus papás están viendo 'Sálvame'.
- Viven en un moderno piso de 120 metros cuadrados en una buena avenida de la ciudad.
- Dos coches en el garaje, dos buenos planes de pensiones y un adosado en Denia.
- Después de merendar mientras veía el programita de marras con sus progenitores y tras ponerse a hacer los deberes, le surge una duda y entra en busca de ayuda en la habitación que hace las veces de estudio, donde está su padre frente al ordenador, buceando en internet en busca de destino turístico para un próximo puente:  
 
Niño.- Papá, tú, exactamente, ¿qué eres? 
Papá.- ¡Ay va! ¿Y eso a qué viene, hijo?. Ya lo sabes, funcionario.
 
Niño.- Sí, ya, pero ¿a qué te dedicas? 
Papá.- Me dedico.... pero ¿por qué lo quieres saber? 
 
Niño.- Es para un trabajo de clase, de Sociales, sobre nuestros padres. 
Papá.- Bueno, pues yo soy liberado sindical, trabajo para un sindicato de clase y me dedico a defender a los trabajadores.
 
Niño.- ¿A defenderlos de quién?
Papá.- Pues... eh... a ver, cómo te lo explico. Las amenazas para el trabajador vienen a ser hoy las mismas de hace un siglo, los poderosos, los ricos, los caciques, los curas... Eso es lo que en España representa la derecha, el PP, Rajoy, Aznar, Camps, Rouco Varela...
 
 
Niño.- ¿Los curas? ¿Cómo los del colegio al que voy yo?
Papá.- Sí, digo, no, no es lo mismo, ya lo comprenderás de mayor.
 
Niño.- Y entonces tú defiendes a los trabajadores de todos esos señores, ¿no? Pero ¿en qué consiste tu trabajo? ¿Qué haces?
Papá.- Pues muchas cosas. Hablar con los compañeros, informarles de sus derechos, asesorarles... Ahora estamos preparando el 1 de Mayo, que es un día de reivindicación en todo el mundo. Con lo de Garzón, este año tenemos más motivos para salir a la calle, que es nuestra, no lo olvides.
 
Niño.- ¿Garzón? ¿Ese es otro de los que va contra los trabajadores?
Papá.- Qué va, qué va. Garzón es un luchador, como nosotros, como tu padre, un defensor de las libertades, un demócrata, y los franquistas quieren acabar con él.
 
Niño.- Entonces, los franquistas sí que son los que están en contra de los trabajadores.
Papá.- ¡Exacto! Lo que ocurre es que... vamos a ver, o sea, en realidad Franco murió, pero de alguna forma es como si su espíritu aún estuviera vivo, como un fantasma de los cuentos que lees.
 
Niño.- Papá, yo en los cuentos que leo no hay fantasmas, hay skins, okupas y policías corruptos. 
Papá.- ¡Que no te enteras!
 
Niño.- Pero, una cosa, porque no lo entiendo. ¿Franco ha muerto pero sigue gobernando? Pero... ¿no gobierna Zapatero, que tú dices que es un tío fantástico y que tenemos mucha suerte de tenerle en España; que menos mal que no tenemos por aquí una Merkel o un Sarkozy?
Papá.- Ahí estamos, hijo mío. Zapatero lo intenta y lo intenta; pero tú no sabes cómo dejó la derecha este país, tú no sabes lo que nos está costando acabar con las desigualdades y con las injusticias. Ahora mismo, los millones de parados, ¿de quién son culpa?, de la derecha y su modelo económico, todo basado en construir casas y más casas.
 
 
Niño.- Pero, papi, ¿construir casas no es lo que queríais hacer vosotros, los del sindicato, con aquella cooperativa que nos contaste? ¿Y no es lo que hacían el abuelo y el tío José Miguel allá en el pueblo y con lo que ganaron tantísima pasta?
Papá.- Bueno, Christian, no es exactamente lo mismo... De todas formas, papá está ahora muy ocupado... Por cierto, voy a preguntarle a tu madre si están planchados mi camisa  y mis vaqueros para el acto sindical de esta noche de apoyo a Garzón.
 
Papá.- ¡María!, ¿tengo preparado mi uniforme reivindicativo?
Mamá.- Pues no, ya sabes que Jessy (la ecuatoriana) sigue enferma, así que la cesta de la ropa está hasta arriba. Si quieres planchar tú...
 
Papá.- Sí, hombre, para eso estamos. Oye, y digo yo, ¿no le estarás pagando a Jessy por los días que no viene? Mira que al principio vino con muchas ganas pero cada vez la veo con más teclas, más protestona. ¡A ver si se va a acabar yendo a un sindicato...!
 
Niño.- ¡Qué guay, Papi! Si se va a un sindicato podrás defenderla tú, interviene Christian.
Papá.- ¡¡¡Mira Niño, si no quieres que te meta dos tortas, vete de una puta vez a acabar los deberes, que pareces tonto!!!

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