jueves, 6 de agosto de 2009

SI NO TE RIES, ES PEOR


En un autobús repleto de ancianos, que llevaba a dar una gira por la ciudad a 40 personas de la tercera edad, una viejita se para de su asiento y le toca el hombro al chofer, y le ofrece un buen puñado de almendras sin cáscara.
El chofer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado.
Cinco minutos después, la abuelita repite el gesto, el chofer vuelve a agradecerle y se come sus almendras.
Cinco minutos más tarde viene el otro puñado, pero al cabo de unos diez puñados, el chofer ya no puede más y le pregunta:
- Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de almendras peladas pero usted ¿no cree que a lo mejor sus cuarenta amigos y amigas querrían también unas pocas?.
- No joven, como no tenemos dientes, solo les chupamos el chocolatito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jejeje , vaya que le pasaria al chofer ejejej

david pascual